viernes, 28 de mayo de 2010

Entrevista a Laura Vázquez Hutnik (Primera Parte)


Por Gabriel Zárate

Complicada labor la de sintetizar en pocas líneas el vasto y sobresaliente perfil de Laura Vázquez Hutnik: Doctora en Ciencias Sociales, destacada investigadora académica sobre historietas, catedrática de la UBA, autora del flamante estudio “El oficio de las viñetas: la industria de la historieta argentina”, editado por Paidos este 2010, coordinadora general del Congreso Internacional de Historietas: Viñetas Serias (23-25 de septiembre del 2010) y además, en sus ratos libres, guionista de historietas. La destacada y sexy intelectual porteña tuvo la gran gentileza de concedernos esta extensa entrevista sobre Viñetas Serias y la historieta argentina contemporánea.

Viñetas Serias y la investigación académica sobre la historieta:

Me imagino que la idea organizar de este Congreso no es reciente ¿Como decidiste por fin asumir el reto de la conducción de un evento de tal magnitud e importancia? ¿Cuáles son las condiciones actuales que por fin han hecho posible un suceso de tal envergadura?

Bueno, en rigor, la idea del Congreso Internacional de la Historieta surgió a partir de una propuesta que Luciano Brom y Thomas Dassance de "Viñetas Sueltas" (http://www.vinetas-sueltas.com.ar)/ me hicieron a propósito del festival de este año. La magnitud y reconocimiento que en las ediciones pasadas tuvo este evento llevó a que Thomas y Luciano pensaran en la necesidad de sumar un espacio dedicado a la reflexión y análisis del medio. Yo había participado siempre como espectadora en los eventos y confieso que la organización y gestión no es mi fuerte. No obstante, y en calidad de "visitante" ya me había picado "el bichito" de hacerle una propuesta al colectivo de Viñetas.

Disfruté y admiro la labor que lleva a cabo esta Asociación Civil integrada por Thomas Dassance, Luciano Brom, Salvador Sanz, Ernán Cirianni, Javier Suppa, Alex Otto Zaiser, Mathieu Baillif (Ibn Al Rabin), Cecilia Salguero, ¡espero no olvidar a nadie! Me consta que el esfuerzo es tremendo y no podrían hacerlo sin un clima de buena onda, amor por la historieta, inteligencia e idoneidad a la hora de conseguir recursos y organizar un programa distinguido. Hace años que asisto a eventos (un poco porque mis años de doctoranda así me lo demandaban y otro porque soy parte de lo que aquí llamamos “ambiente”) y puedo asegurar que Viñetas Sueltas es otra cosa: no es sólo un evento de historietas. Los resultados están a la vista: el Festival tuvo una concurrencia fabulosa. Así que coincidimos en intereses. Nos reunimos en casa y nació la idea de un Congreso Internacional, previo a la apertura oficial del Festival. De esta manera, se aprovechaba que muchos de los concurrentes que viven afuera o en el interior del país pudiesen asistir también al Congreso.

Dado que dirijo un proyecto en la Universidad de Buenos Aires sobre Artes Secuenciales y había organizado un Coloquio sobre Humor e Historieta en la ciudad de Córdoba, el grupo se armó casi solo. Convoqué para que formasen parte del colectivo de Viñetas Serias a algunos investigadores que ya habían trabajado conmigo en otros espacios: publicaciones, congresos, jornadas. En cada caso, prioricé los intereses académicos y de investigación. Conozco qué trabaja cada uno y me pareció que una iniciativa de este tipo les aportaría a sus proyectos personales. Sobre todo, porque algunos de ellos están escribiendo sus tesis doctorales o de maestría sobre temas vinculados directamente a la historieta y el humor gráfico. Cabe mencionar en este caso a Pablo Turnes, a Mariela Acevedo, a Mara Burkart, a Azul Blaseotto. Todos miembros del equipo, talentosos especialistas y apasionados. Y destacar el ejemplar trabajo de organización de Luciano Brom y la experticia de Federico Reggiani. En cuanto al diseño y cara de "nuestro evento", contamos con el profesionalismo de Leandro Cerliani. Y también quisiera mencionar a Diego Agrimbau  que desde el  primer dia le aportó mucho al congreso y desde su rol profesional.

Ya hemos lanzado la convocatoria para los ponentes y varios conferencistas están confirmados, entre ellos: Oscar Steimberg, Jorge Montealegre, José Emilio Burucúa. Las bases y condiciones para participar están aquí: http://www.vinetas-sueltas.com.ar/congreso Es importante decir que si bien el Congreso es académico y sigue las reglas del campo, las charlas son abiertas al público y nuestro objetivo es que asistan y participen todos aquellos que tengan interés en reflexionar críticamente. Pensar la historieta "seriamente" es la consigna final. ¡Esto no significa, claro está, que el evento no sea divertido! Creemos que es importante que el debate y el intercambio funcionen como vectores de una aspiración más amplia: sentar las bases para que la historieta y el humor entren a la academia pisando fuerte y no con la timidez de un lenguaje menor.

Laura, en lugar de estudiar la historieta en forma autónoma, se ha elegido optar por examinar sus vínculos “como documento de época” en “la historia de la cultura” y su recepción en la sociedad. ¿Por qué se escogió este procedimiento sociológico?

Buena pregunta. Mi formación doctoral es en Ciencias Sociales y no puedo dejar de pensar mi objeto, podría ser la historieta como cualquier otro tema, en articulación directa con la sensibilidad de una época. No me interesa la historieta por fuera de su contexto. Personalmente, me importa la historieta en tanto medio y lenguaje privilegiado para indagar la sociedad. Ello no significa que deje a un lado el análisis estético, todo lo contrario. Es apasionante poner en dialogo el arte y la política, la estética y el mercado. En definitiva, se trata de trabajar en el marco de la historia de los medios y la historia cultural. Siguiendo el planteo de Raymond Williams, si toda sociología de la cultura es necesariamente una sociología histórica, me interesa inscribir a la historieta (en tanto texto, documento) en esa perspectiva de análisis.

¿El valor estético de la historieta no estaría subordinando su importancia frente al contexto histórico-social de su producción y consumo en el escenario de la cultura de masas? ¿La hegemonía de lo político–ideológico sobre lo lúdico-artístico, no atenta contra su consolidación como de noveno arte?

Yo creo que no, que arte, mercado y política son variables complementarias y complejas en el campo de la historieta. Eso hace del lenguaje, un medio interesante. Ya desde sus inicios la construcción de la historieta como objeto conlleva una operación contradictoria. Cuando Oscar Masotta designa al medio “Literatura Dibujada” nombra el espacio de una tensión conflictiva. La reivindicación de una supuesta “marginalidad” del medio y su estatuto de “género menor” encierra una pretensión de legitimidad, antes que su oposición a los parámetros que impone una cultura con mayúscula. La pregunta ya no es si la historieta es baja o alta, porque eso sería seguir discutiendo estupideces.

La reconstrucción del oficio del historietista en el país, por ejemplo, me permitió relevar que las dimensiones del arte y del mercado están constantemente presentes en las prácticas y subjetividades que adoptan los profesionales. La cuestión política se cruza permanentemente allí. Entiendo que ello está en articulación con el horizonte de expectativas y las condiciones de producción vigentes en otras zonas de la industria cultural argentina. Y particularmente, durante los años de oro de la industria...en donde la historieta, además todo lo que es, suponía una posibilidad de ascenso social. No es poco.

En la última década ¿qué avances percibes en campo de la reflexión teórica especializada sobre el estudio de historietas? ¿Dirías que se está intensificando el interés académico por la investigación de historietas?

Sí, totalmente. Se ha intensificado en parte porque las reglas académicas así lo permiten. Hoy día podes ser investigador del CONICET (http://www.conicet.gov.ar/), tener un sueldo medianamente digno para vivir en la Argentina y dedicarte toda tu vida a la reflexión teórica sobre las artes secuenciales. Lindo, ¿no? Por supuesto que ello implica una apuesta grande en términos de formación en el campo. En este momento, dirijo varias tesis de grado y postgrado sobre humor gráfico e historietas y en varias ocasiones, esos trabajos son publicados en medios especializados o circulan en congresos científicos.

Se ha intensificado el estudio del medio porque hay más investigadores jóvenes que accedemos a la carrera académica. Preguntarse por qué diez años atrás no había tesis doctorales de historieta es una falacia ¡Hace diez años había poquísimas tesis doctorales en Ciencias Sociales! Entonces, el hecho de que la carrera de investigación en sociales sea relativamente reciente abre las compuertas a una "nueva generación" (aquellos que tenemos entre 30 y 40 años) de doctores y profesores que podemos dedicarnos a ello. En los sesenta o setenta y es el caso de Masotta o el mismo Steimberg, el motor movilizador no era una beca doctoral o de maestría...sino las propias inquietudes e intereses personales. Eso hacía, posiblemente, que los trabajos fuesen tan lúcidos y eso hace, también, que haya una diferencia central entre la figura del intelectual y la del académico. Difícilmente me imagino a un intelectual llenando planillas e informes del CONICET sin entrar en colapso...pero esta es otra discusión.

El Congreso no está solo restringido para los investigadores argentinos, hay una generosa apertura a los vecinos sudamericanos ¿Cuáles son las expectativas que despierta la presencia de ponentes de otros países?

Las expectativas son muchas…las posibilidades, limitadas. Planeamos obtener financiación el año próximo para invitar a algunos colegas latinoamericanos, pero en lo inmediato carecemos de recursos económicos para hacerlo. De todas formas, auguramos que vendrán muchos especialistas del medio y que con voluntad podremos gestionar algunas cosas. Por ejemplo, cartas de invitación oficial para que los investigadores puedan ser traídos por sus universidades o institutos de trabajo. También estamos buscando el modo de cubrir el costo de alojamiento...pero insisto, es un esfuerzo "a pulmón" el que hacemos. El cobro de inscripción sólo nos permite solventar los gastos mínimos: afiches, programas, memorias del Congreso...Al ser la primera edición, todo está por hacerse. Eso tiene ventajas y límites, como cualquier inauguración.

Por otra parte, creemos que será productivo vincularnos con otras tradiciones y trabajos de América Latina. Personalmente, lo veo como una tarea urgente. La falta de intercambio en este aspecto, es crítica. Por ahí, tenemos conocimiento de lo que un belga o un norteamericano escribe y hay relativo acceso a ediciones francesas, españolas. En mi biblioteca, confieso, carezco de material sudamericano. El modo en el que reconstruí la historia de la historieta argentina no fue vinculándome con la historia del medio en América Latina y sí, en cambio, tuve en cuenta y leí muchísimo sobre el desarrollo de la historieta en Europa y EEUU. No fue una cuestión de pereza intelectual. Son materiales que no circulan en la Argentina. Creo que el Congreso va a permitir que los investigadores del área, al fin, tengamos un primer contacto, un paso pequeño y certero hacia la formación de un campo.

Laura, este año es peculiar para ti, por la aguardada publicación de tu libro “La industria de las Viñetas” que te ubica en una posición hegemónica en la reflexión teórica sobre las historietas en Argentina. ¿Qué nuevos retos en el campo de la investigación te has impuesto? ¿Y cómo percibes a tu generación respecto a los ilustres que los precedieron, como Oscar Masotta y Oscar Steimberg?

En la Argentina, la historieta como objeto de estudios cobra visibilidad en el último tramo de la década del sesenta. Fundamentalmente de la mano de Oscar Masotta, la Bienal en el Di Tella y la revista LD. Es un momento de fuerte imbricación entre el campo profesional y el artístico. Son hitos fundacionales. Dejan marca en las investigaciones que le siguen y fundan escuela. Hoy es imposible referirse a la reflexión teórica de la historieta eludiendo esas referencias. Pero el hecho que la historieta entre a la academia al término de su edad dorada, genera costos altos. Creo que recién en la actualidad y de manera muy incipiente todavía hay intereses editoriales e institucionales que permiten vislumbrar un cambio de curso.

Quiero decir, si llegas con tu tesis sobre historieta a una editorial, nadie va a salir espantado. Si propones armar un Congreso, pedís financiación a la universidad o gestionar una revista científica sobre historieta, nadie te va a señalar con el dedo. No digo que hace una década esto ocurría, pero sí te miraban raro. Los colegas más conservadores todavía tienen esa postura, estudias "dibujitos" y por lo tanto "estás en la pavada". Es posible que tu mirada, por lo tanto, sea despolitizada y bla bla...me sentí juzgada en su momento, pero por suerte, las perspectivas retrogradas de la academia no me hicieron mella, todo lo contrario, me provocaron aún más. Hasta hace unos años, era habitual llegar a un congreso académico, presentar tu paper científico sobre no sé, "El Eternauta" y recibir miradas displicentes o sonrisas socarronas. Esto es, en gran medida, porque la academia sigue siendo muy pacata. Pero por otro lado, y lo más preocupante, ello ocurre porque la ignorancia sobre el tema es descomunal.

A excepción Fontanarrosa o Copi, el mundo de la historieta les resulta totalmente ajeno a la mayoría de los académicos. Me ha pasado infinidad de veces, estar conversando con un colega y darme cuenta que manejábamos niveles de información muy distintos. Y entonces, es difícil crecer en tu investigación cuando no tenés con quiénes intercambiar impresiones, reflexionar sobre tu objeto de estudio. Sería más fácil estudiar cine, literatura, televisión o periodismo... Sucede que me gusta la historieta y encuentro en su análisis no sólo un campo vacante en las ciencias sociales sino un desafío para intentar movilizar cierto anquilosamiento intelectual. Todavía me gusta sentir que cuando obtengo una beca de formación o publican alguno de mis artículos y me preguntan por el tema, más de un investigador frunce el ceño. Esa irritación me estimula. Soy consciente que es pura y torpe subversión, pero me hace sentir joven en edad y en pensamiento. Y al fin de cuentas, eso marca la diferencia.

Actualmente, estoy comprometida con una investigación "biográfica". Se trata de un ensayo sobre la vida y obra de Copi, en un interés por abordar su producción gráfica antes que su obra teatral y narrativa. Por supuesto, en Copi, es imposible entender su arte en compartimientos y una y otra vez, el análisis de sus historietas me lleva a leer sus obras teatrales. La autorreferencialidad es fuerte en toda su producción. Por otro lado, estoy comenzando con la producción (aunque el proyecto va lento todavía) de un trabajo sobre Dante Quinterno y García Ferré. Es mucho lo que tengo por delante y todavía no me animaría a lanzar hipótesis en este sentido. Lo que puedo decir, es que las investigaciones actuales me resultan más que estimulantes y como sucede cada vez que comienzo una investigación...me "enamoro" de mi objeto nuevamente. Ello lleva su tiempo y cuando sucede, es un flechazo imposible de eludir. Me obsesiona, por lo menos, por unos cuantos años.

Este Congreso podría marcar historia, ser un punto de inflexión ascendente para propulsar el permanente incentivo de los estudios sobre historieta: ¿Lo percibes como la coronación de tus años de esfuerzo, de denodado trabajo consagrado a la investigación?

Bueno, creo que es el momento óptimo para realizar este tipo de emprendimientos pero no sólo como esfuerzo individual. Somos varios los que venimos trabajando en el campo y no lo veo para nada como una coronación individual. Sí, el libro u otros proyectos que encaro personalmente, pero el Congreso más bien, lo vivo como una fiesta colectiva en la que un grupo de "locos" queremos juntarnos a discutir sobre el medio. A pelearnos un poco y pensar en las condiciones de posibilidad del lenguaje. Mi intención es que funcione como cimiento de otros proyectos y programas. Todo a su tiempo.

La reflexión volcada en el ensayo humanista, de cautivante lectura y dirigida al gran público, que personifica Juan Sasturain, pero que carece de la rigurosidad científica y de la críptica terminología teórica, en tú opinión: ¿Qué importancia tiene en los estudios sobre la historieta?

Fundamental, son los cimientos sobre los que caminamos. Sobre todo los trabajos de Sasturain, personalmente, me gustan muchísimo. La inteligencia de Sasturain es envidiable. No carece de rigurosidad, no lo creo...que no maneje las reglas de la academia, es otra cosa. Pero son trabajos muy serios los de Juan, ¿no? Lo que intenta la academia, y muy recientemente, es polemizar con ciertas visiones globales y panorámicas para reconocer la necesidad de inscribir el análisis de la historieta en contextos históricos amplios y con criterios metodológicos definibles y explícitos.

El problema del método se revela con toda claridad. ¿Cuál es el método más idóneo para analizar el campo de la historieta? El análisis científico por decirlo de algún modo, “llega tarde”. Mientras que otras áreas de investigación de la imagen produjeron ya una serie de reflexiones de largo aliento, la narrativa dibujada es una zona desatendida frente a otras series de trabajo. Por otra parte, se percibe cierta tensión ¿no? Me refiero a que al no haber reglas tan precisas, ciertas producciones se mueven a dos aguas, entre el discurso teórico, el periodismo cultural y el anecdotario autobiográfico. No es el caso de Sasturain, para nada. Si bien estos trabajos son importantes porque construyen una memoria de las publicaciones, autores y personajes, la mayoría de los casos no escapa a la descripción nostálgica y cándida de un “tiempo mejor”.

¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta un investigador de historietas?: ausencia de financiamiento, dificultad en el acceso a las fuentes primarias, insuficiencia de bibliografía previa, falta de interés del mundo académico, etc.

En efecto, la falta de políticas públicas y privadas atenta contra la producción pero también esa misma falta de políticas es la que provoca, muchas veces, que las estrategias de la investigación nos lleven por caminos novedosos e inesperados. Gracias a la búsqueda de una revista inhallable en las bibliotecas públicas, me he encontrado con coleccionistas y autores a los que jamás hubiese accedido en otra circunstancia. Ese camino sinuoso que supone el trabajo de investigación es agotador y placentero, al mismo tiempo.

Si todo estuviese “servido en bandeja” no sé si los resultados serían tan interesantes, ¿no? Pienso en Francia, por ejemplo. Hace algunos meses, cuando estuve en Angouleme en el Centre National de la Bande Dessinée et l’Image me pregunté varias veces que hubiese sido de mi investigación allí. Me refiero a un lugar en el que simplemente, tenes que sentarte en tu escritorio, pedir un café y estudiar bajo una hermosa lámpara los originales de prácticamente cualquier parte del mundo. Y creo que sigo eligiendo revolver las mesas de saldo en Corrientes, viajar dos horas para que me presten una revista de Hora Cero cuidadosamente guardada en una bolsita de celofán...y creo que sigo eligiendo eso que me gusta tanto y que Bourdieu describe tan bien: hacer de la necesidad, virtud.

Después de años de parálisis, en el último lustro, hay una fiebre sudamericana por impulsar festivales, coloquios, encuentros, conversatorios y ferias sobre historieta. ¿A qué responde este reciente renacer regional? ¿Cómo explicas este fenómeno? ¿Viñetas Serias se inscribe en este revitalizado entusiasmo colectivo por la historieta?

Totalmente, Viñetas Serias se inscribe en este movimiento, que no sé si asume la forma de "fenómeno" pero estoy segura que aquieta las aguas. Con eso, ya es más que suficiente, por ahora. Lo interesante es que estos encuentros ya no se dan simplemente bajo una reunión de fans y amantes del medio que comparten de tanto en tanto un interés común, lo cual es súper sano y está bárbaro, pero el medio venía pidiendo “algo más”. No sólo las mesas de firmas de autores y los dibujantes en vivo realizando su obra…algo más que palmaditas en los hombros.

sábado, 22 de mayo de 2010

Los recomendados: Boggart, de Carlos Trillo y Horacio Domíngues



Por Gabriel Zárate

Boggart: Publicada en Francia el 2003 por Albin Michel con el título de “Le Mauvaise Fée”, en Italia el 2007 ya como Boggart y ahora el 2010 por la Historieteca Editorial de Marcelo Pulido, con guión de Carlos Trillo y dibujos de Horacio Domíngues.

En el prodigioso mundo mágico de los seres pequeños de la mitología anglo-celta, por vez primera un hada Gwenhwyfar es asesinada arrancándole cruelmente sus alas. La Dama del Lago conmocionada por el repugnante crimen, invoca la inmediata presencia del gnomo Boggart para que se responsabilice de investigar lo ocurrido y encuentre al desalmado asesino, siendo la blonda y anoréxica hada Boon la requerida de secundarlo durante la temeraria pesquisa.

El relato tiene la disposición del policial negro, un misterioso homicidio por resolver que desnuda el execrable lado oscuro de los estrambóticos personajes de fabulas y leyenda que habitan en el bosque encantado. Son tan peculiares las variadas y sorprendentes criaturas de la historieta, que se requiere un detallado prólogo del propio autor, acompañado con bellas ilustraciones, definiendo y describiendo sus singulares características, para ayudar al lector a ser capaz de reconocerlos con plenitud y certeza.

Pero la sobrecogedora historia no termina de concebirse como un drama desgarrador pues el vivaz humor y la persistente visión paródica del universo configurado son su equilibrada contrapartida; gráficamente sostenida y modelada por un preciosista Horacio Domíngues, con su minucioso y magnifico dibujo, colorido y exuberante en los impecables detalles de la espesura arbórea, plasmando la festiva vida del extraordinario y frondoso bosque maravilloso, densamente poblado con observantes arboles vivientes y diminutas criaturas que risueñas, pululan por doquier, trazados con elegante y puntillosa prolijidad.

Con destellos de tierna e infantil inocencia, la trama oscila entre una refinada y sutil gracia, encarnada en el gestual retrato de sus inverosímiles personajes, combinada con los reiterados tópicos del policial americano, con Boggart (parafraseando a “Boggie”) como el medular protagonista que ve resurgir su íntimo pasado, personificado en la seductora y fatídica hada que amo con ardor y frenesí y que aún ejerce un dominante y obsesionado yugo sobre él.

Los asombrosos habitantes del mundo feérico interactúan permanentemente con el mundo humano, para manipularlos, atemorizarlos, protegerlos, auxiliarlos y ejercer su fantástico poder sobre ellos, pero también son su excéntrico remedo y su perturbado reflejo, pues el deseo no correspondido, los triángulos sentimentales, el despecho amoroso, la ardorosa pasión y la disparatada lujuria estarán presentes durante la sobrenatural narración detectivesca. Finalmente son los imaginarios seres de nuestros sueños y pesadillas los que terminan semejándose demasiado a nosotros.

Entretenida y original historia, donde con ingeniosa sagacidad se fusionan los relatos de hadas y la novela negra; pero precisamente ahí radica lo inusitado y singularmente creativo de la trama: Proponer lo originalmente inédito a partir de la combinante amalgama de géneros clásicos, agregando un refinado y delicioso toque humorístico, con la habitual y acostumbrada solvencia narrativa del Carlos Trillo de siempre.

sábado, 15 de mayo de 2010

Los recomendados: Cena con Amigos, de Rodolfo Santullo y Marcos Vergara



Por Gabriel Zárate

Cena con Amigos: Inicialmente de aparición virtual, los días jueves durante más de un año, en el blog Historietas Reales. Publicada el 2009 en coedición entre las editoriales Loco Rabia y Grupo Belerofonte, con guión de Rodolfo Santullo y dibujos de Marcos Vergara. Este mes de mayo, flamante ganadora del Premio Solano López 2010 (Argentina) al mejor guión historietístico recientemente editado.

Una cena inaugurando la reciente mudanza a un apartamento, será el contexto para develar los endebles lazos amicales que unen a los invitados: Una barra de amigos forjada desde el secundario y curtida por precarias lealtades. El delgado hilo de la presunta camaradería se fractura críticamente en un momento dramático, trasluciendo su frágil y conflictivo compromiso de afectos estropeados entre los involucrados.

Fotografía generacional que explora un universo actual y problemático: Adultos congelados en una risueña juventud prolongada, develando la dificultosa crisis de los treinta, donde los hombres continúan comportándose como vivaces muchachos, aferrándose con desesperada vehemencia a una vitalidad que se les escapa, dilatando indefinidamente el período de soltería, postergando el matrimonio y viviendo con frenesí una festiva libertad plena. El trasfondo es la resistencia contra la brevedad efímera de la energía juvenil que culmina, implacablemente, ocultando la trastornada cara de una excesiva vida no concluida y aún por realizarse

Seductora historia cotidiana con personajes dolorosamente volubles, con rupturas amorosas que no terminan de desligarse, noviazgos unidos precariamente solo por una sexualidad trivial, como fugaz refugio de una lacerante soledad en la gran urbe. Reflexivo retrato de conmovedores seres incapaces de constituir sentimientos consolidados, cuyas insondables vidas están marcadas por la permanente insatisfacción y una agobiante inestabilidad.

Con atisbos de enigmática intriga policial y misteriosa incógnita no resuelta, un entramado de reprimidos silencios e histéricos estallidos nos va develando el lado oculto de los hechos acallados. Constantes flash backs activan la narración como una reconstrucción del pasado. Un imprevisto y oscuro trasfondo de enlazadas traiciones y resentimientos disimulados emergen a partir de súbitas y explosivas catarsis reveladoras, acentuando la recóndita carga psicológica de los dramas secretos y desgarradores, aflorados partir de las distintas versiones confesadas que completan el intrincado mosaico del perturbante relato.

Cristian es el enternecedor y noble amigo incondicional, siempre presente y leal, preocupado y dolido, ineludible en los peores momentos y es el central eje dinámico de la enredada trama sobrecogedora. Aparte proporciona un jocoso y alegre comportamiento lúdico, en una narración profusa de diálogos cargados con giros coloquiales, que le dan un ameno colorido al intenso y desencantado argumento retratado.

Dibujo de delicadas líneas geometrías, de un muy sutil perfil humorístico y de emotiva expresividad, que también logra transmitir una tenue sensación apacible y candorosa, pero lo suficientemente realista y verosímil para representar un relato costumbrista y mesocrático actual. Aparte del dominio de la dinámica en manejo de los planos y el viraje permanente de los enfoques visuales, que le proporcionan a los sucesos un ritmo de agilidad y movimiento constante. Marcos Vergara, demuestra en “Cena con Amigos” porqué es un nombre en la gráfica argentina a continuar siguiendo con esmerada atención.

Visión habitual y cotidiana de las desconcertantes frustraciones entre los hombres en la construcción de atrayentes vínculos fraternos y solidarios, en la búsqueda de estima y aprecio, que concluyen desnudando los endebles sentimientos ambivalentes que singularizan la impredecible socialización, examinando nuestra imperfecta e insuficiente capacidad comunitaria, sumida en el vulnerable deterioro y la desoladora decepción.

La alegoría final es que la ilusoria expectativa de la vida culmina rebasándonos y nunca nos encontramos en el instante indicado para ser conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor. Atrapados en una dominante cultura hedonista que confunde la autentica amistad con las animadas copas y el adorable amor con el lascivo erotismo. Quizá nuestra perspectiva de la realidad esté muy distorsionada por una imaginativa subjetividad que termina proyectando su irreal visión del mundo, de cómo ingenuamente anheláramos que fuera y no, de como realmente es.

Estupendo argumento que no solo confirma el creativo talento del guionista uruguayo Rodolfo Santullo, sino además, consigue con esta melodramática historieta, muy sofisticadamente provocadora, la ingeniosa agudeza de tocar las profundas y sensibles fibras emocionales de los lectores, obligándolos a revisar el devenir de sus (también) complejas y problemáticas vidas y las siempre dificultosas relaciones con su inestable entorno social, desde una óptica descarnadamente distinta, quizá más escéptica y amarga, quizá más humana y auténtica.

Nota: Un agradecimiento especial a Iván Castillejo que me proporcionó el único ejemplar de “Cena con Amigos” que llegó a Lima.

domingo, 9 de mayo de 2010

Los recomendados: La Burbuja de Bertold, por Diego Agrimbau y Gabriel Ippoliti



Por Gabriel Zárate

La Burbuja de Bertold: Inicialmente publicada por Albin Michel (Francia) el 2005 y luego por Norma Editorial el 2007. Es ahora editada impecablemente en Argentina por La Historieteca Editorial de Marcelo Pulido, con guión de Diego Agrimbau y dibujos de Gabriel Ippoliti. Ganadora del Primer premio a la mejor BD de Ciencia ficción, Festival de Utopiales, Nantes (Francia) y del Gran premio del jurado. Festival de Colomiers. (Francia) 2005. Recientemente ganadora en mayo del 2010 del Premio Solano López a la mejor historieta nacional y al mejor dibujo (Argentina).

La ciudad de Butania es un mundo del mañana, donde las reservas de gas tienen un arriesgado límite de caducidad. Bertold Boro lo descubre. Es un funcionario de la Intendencia, el órgano despótico que controla el poder de la metrópoli, empleando un aparato represivo orientado a que la maquinaria del sistema nunca se detenga. Bertold tras ser interrogado, denuncia con resolución y osadía, que el gas se agotara. Por negarse a retractarse, es condenado sumariamente. La crueldad extrema de esta futurista sociedad totalitaria se ve sintetizada en el inhumano castigo a los diversos criminales, que son sentenciados implacablemente, con la amputación, parcial o total, de sus extremidades.

Froilán, un veterano titiritero curtido y envilecido, acompañado por Lorenzo, su sensible y emotivo asistente, quienes buscando un “tronco humano”, se encuentran con un Bertold minusválido y degradado a la deplorable condición de falso muñeco de ventrílocuo. Le ofrecen ser parte del Teatro de títeres vivientes, del cual Froilán es el dueño. Con brazos y piernas artificiales que cuelgan de hilos y programado por una maquina que ejecuta sus movimientos, Bertold, asume el rol protagónico, sale a escena y retorna a la vida, a través de la actuación dramática.

Dueño de una capacidad histriónica emotiva e impactante, Bertold será un despojo humano, pero no ha perdido su voz ni su palabra, siendo capaz de estremecer y encandilar al público con ella y con sus perturbadoras ideas, manipulando al numeroso auditorio a través de constantes improvisaciones que camuflan una simbólica disertación sediciosa.

“Leche de madre” es una pieza teatral que aparenta ser un metafórico retrato del supremo sistema dominante, pero su real fascinación en la concurrencia, que se multiplica cada día para contemplar su representación, descansa en el poder subversivo de su sensitivo discurso, escenificado por marionetas vivientes, llevando la degradación del hombre a un severo e intolerable extremo de ignominia inverosímil.

A su vez la función escénica produce una identificación inconsciente entre estos títeres humanos sin voluntad, que dependen mecánicamente de una compleja maquinaria que mueve sus hilos, de acuerdo a una programación previa, para lograr desplazarse; robotizados y carentes de autonomía ante la población espectadora. Una población resignadamente sometida bajo el poder de una amenazadora burocracia tiránica, en una sombría urbe industrial, gris y siniestra, que finalmente termina estallando descontrolada de una fuerte ira y furor contenidos.

Cobra evidente presencia el icono cultural de Bertold Bretch, dramaturgo anti burgués, enfrentado a una forma teatral que considera lúdica y superflua. Es un célebre representante del arte comprometido, aquel que se propone inducir al individuo a reflexionar sobre lo que ocurre en la crítica realidad diaria y a partir de una toma de conciencia en el espectador, iniciar un proceso de cambio de mentalidad que terminaría transformando el mundo. Es el perturbador rol social del arte cuyo deber ansia alterar a la sociedad.

También es un relato anti utópico digno de la peor pesadilla orwelliana, sobre el aterrador destino de nuestra civilización, cuyo funcionamiento fabril depende de sus reservas energéticas no renovables y la temible sombra de su escasez que nos amenaza con una crisis catastrófica mundial, y también, especialmente, sobre sus habitantes, engranajes inmersos en un enajenante sistema, donde solo obtienen valía en relación a su eficaz desempeño en la compleja cadena productiva, cosificando al hombre como un simple dispositivo viviente.

Gabriel Ippoliti influenciado artísticamente por el gran Enki Bilal, no en el estilo pictórico del dibujo, pero si en la visón del mundo representado, en la develación de las imágenes del futuro universo posible. Ipolitti consigue un hermoso esteticismo gráfico, una atmosfera ocre, recubierta y matizada de una tonalidad herrumbre casi insuperable, en las viñetas modeladas con gamas que sugieren un estancado deterioro. Impresiona su destreza en el dominio del color. Es un modelado estilo realista, plásticamente sugestivo, que guarda estrecha relación grafica con la descripción discursiva del alienante futuro revelado por Diego Agrimbau.

La Burbuja de Bertold es el álbum que marcó el explosivo inicio de la consagración internacional de Diego Agrimbau y Gabriel Ippoliti y la primera parte de la trilogía Último Sur. Con él nos enfrentamos a un provocador y peculiar relato desbordante de talento, donde sus autores sumergiéndose en los intrincados universos de la ciencia ficción, plantean severas y vigentes observaciones sobre la problemática realidad actual y los peligros de un alarmante futuro. Un futuro no tan lejano que nos aguarda, menos ficticio y más real de lo que nos imaginamos en nuestros próximos años, cuando el porvenir nos alcance y ya no exista solución posible para remediarlo.

Nota: Consultar otras reseñas sobre la obra de Diego Agrimbau


miércoles, 5 de mayo de 2010

Los recomendados: 1811, de Robin Wood y Roberto Goiriz


Por Gabriel Zárate

1811: Con guión de Robín Wood y dibujos de Roberto Goiriz este álbum ha sido editado en diciembre del 2009 por encargo por la Comisión Nacional del Bicentenario en conmemoración de los 200 años de la Independencia del Paraguay.

La ciudad de Asunción, capital de la Intendencia del Paraguay es el escenario principal donde se sitúa está documentada recreación histórica, sobre el fundacional origen de la emancipación paraguaya, el nombramiento de la Junta de Gobierno en 1811 que dará inicio a su autonomía política y el trágico destino final de sus próceres.

Las graves noticas llegadas desde Europa sobre la invasión militar napoleónica a España y la deposición y cobarde huida del Rey Fernando VII, despiertan incertidumbre e inseguridad entre los principales criollos paraguayos, por el perplejo futuro gubernamental de las colonias hispanas, y por su propio futuro como hombres que aspiran a conseguir derechos propios. En Buenos Aires, un Cabildo abierto declara la independencia y envía de inmediato un ejército al mando del prócer argentino Manuel Belgrano para deponer al Gobernador español de Asunción y anexar el Paraguay a su territorio.

Relato trascendental centrado en las luchas de independencia hispanoamericanas, que empiezan como enfrentamientos militares entre los propios criollos sudamericanos y su rápida toma de conciencia, de ser íntegramente distintos a los españoles, debido a una larga e indignante tradición de ser tratados siempre despectivamente, como seres inferiores en sus propias tierras, lo que finalmente los terminara empujando en la búsqueda de su correspondiente autonomía.

Desde el preámbulo de la independencia, se retrata en toda su magnitud la figura del mítico y polémico José Gaspar Francia, el verdadero artífice cerebral de la sublevación, como un hombre maquiavélicamente lucido y calculador, férreo de espíritu y con las ideas claras respecto al futuro del Paraguay y de América Hispana. Lector de Rousseau y seguidor de la revolución francesa y la independencia norteamericana, es el autentico líder ideológico y cabecilla natural de la emancipación paraguaya, con el pleno consenso de los principales caudillos militares, eclesiásticos y civiles guaraníes y con la aguda conciencia intuitiva que el indiscutible momento justo de la liberación ha llegado.

Marcando el retorno de las publicaciones de Robín Wood a Sudamérica, 1881 carece de las agobiantes y superfluas frases con que sus esplendidos relatos publicados en la Editorial Columba estaban sobrecargados, por la ávida estrategia comercial y la torpe exigencia a los creadores de parte de los editores responsables. Hoy, con mayor libertad estética para desarrollar su obra, Robín Wood agiliza las acciones en base al empleo de diálogos concisos y precisos, modernizando su realista y dramática forma de narrar.

Roberto Goiriz aporta la dureza de su trazo, que talla enérgicamente los rostros de aquellos aguerridos hombres fundadores de una nación, simbolizando su vigoroso espíritu épico. Aparte de una correcta recreación histórica, su dibujo cobra una peculiar vida cuando retrata la imponente naturaleza paraguaya. Dibujante de dilatada y prestigiosa trayectoria, el más importante de su país, sostiene una exitosa experiencia de trabajo conjunta con Robín Wood para el público lector europeo, lo que los convierte, en el dúo historietístico más talentoso del Paraguay.

Es peculiar encontrar una historieta histórica que lleve un prologo del propio Presidente de la nación (Fernando Lugo), lo que demuestra el considerable valor de la historieta como un medio legitimo para transmitir información instructiva que contribuya no solo al deleite y placer estético de sus lectores, sino también a la educación de un pueblo, sin perder la exigente calidad que requiere una obra con notoria valía artística.

Educación y cultura van de la mano y la historieta demuestra ser un soporte adecuado para conseguirlo exitosamente.

Nota: Desde Lima, un agradecimiento especial a Andrés Accorsi, responsable y promotor de la distribución y difusión de 1811 en Buenos Aires.