sábado, 4 de agosto de 2012

Los recomendados: “Dengue”, de Rodolfo Santullo y Matías Bergara


Por Gabriel Zárate 

Dengue: Premiada por los Fondos Concursables del MEC y publicada por Grupo Belerofonte este 2012. El libro consta de 96 páginas con guión de Rodolfo Santullo y dibujos de Matías Bergara, lleva también un prólogo de Ian Watson, autor británico de ciencia ficción y consta de diez capítulos. El álbum  fue presentado durante “Montevideo Comics 2012” siendo la historieta sensación de dicho evento.

Escalofriante relato de ciencia ficción situado en un adverso futuro demasiado próximo, cuyo argumento central gira en torno al contaminado planeta asolado por las fatídicas pandemias como nefasta consecuencia del temible e irremediable cambio climático. En Montevideo (Uruguay) el panorama se transforma abruptamente, alterado por un sofocante calor tropical, acompañado de una exorbitante y siniestra plaga de mosquitos portadora del mortal Dengue, quienes  se apropian de los cielos de la ciudad, propagando una catastrófica epidemia infecciosa.  

Una hecatombe apocalíptica de aterradora mortandad, con cadáveres hacinados en la urbe, es el aciago y devastador resultado, pero la perseverante vida de los afortunados sobrevivientes retorna paulatinamente a su cotidianidad, adaptándose a las nuevas e inhumanas circunstancias, aprendiendo a coexistir con la letal calamidad que los asola. Viven encerrados en sus albergadoras casas con depuradores de aire,  salen siempre  cubiertos por trajes protectores, incluso la fanática pasión por el popular futbol continua fervorosamente, pero con los estadios encapsulados, siempre con un estremecedor cielo nublado por los temibles mosquitos, los muertos en las calles  y el riesgo constante de una aterradora picadura fatal.

El sargento Pronzini, protagonista e hilo conductor de la trama, es un policía cuajado y honesto, con un pragmático sentido común basado en la concreta experiencia de años en el servicio. Responde al arquetípico modelo del cínico escéptico que esconde, con un barniz de caustica ironía, al integro individuo de inquebrantables principios sobre lo justo. Su perseverante obsesión con las oscuras razones del crimen de un científico entomólogo, que trabajaba en un Instituto que investiga el Dengue, nos sumerge en la misteriosa y sombría aventura de la historieta: Una inmoral confabulación de predominantes grupos de poder económico. 

La narración consigue con ello una idónea fusión de géneros: La ciencia ficción con el detectivesco relato policial, pero la enigmática historia está más cercana a la novela negra americana, denunciando las endémicas miserias de la sociedad capitalista: Valeria Bonilla, la sugestiva periodista arribista y calculadora, de avasallador carácter es comparada con Bárbara Stanwyck, la femme fatal del film noir, respondiendo a la acertada combinación temática. Los sucesos se complican con la aparición de monstruosos mutantes de pesadilla: Si una víctima es picada por tercera vez surge una horrible variante del virus que lo convierte en un repulsivo hombre mosquito, pero ellos solo ansían poder convivir en paz con los humanos. 

En “Dengue” se plasman entramados tópicos de represión de la verdad científica por temor al pánico colectivo, el sensacionalismo amarillo de la mediática prensa televisiva, la demagógica mentira institucionalizada como un eficaz mecanismo de control gubernamental, un estado con asesina tendencia fascista para solucionar criminalmente los incómodos conflictos, el infaltable oportunismo materialista de la masiva producción industrial que percibe el angurriento provecho económico y la ávida ganancia en medio de la funesta desgracia colectiva. 

Matías Bergara, el joven prodigio de la historieta uruguaya demuestra una camaleónica versatilidad de estilo, respecto a su obra ya publicada, con un trazado lineal muy fino, sencillo pero efectivo, con un uso peculiar del color en variadas tonalidades cromáticas, alternando matices intensos y claros, destacando también la gestualidad de los personajes, cuya expresión connota un ligero toque de refinado humor, pero en lo visual impresiona su virtuosa solvencia en el ritmo secuencial de la composición gráfica, coronado todo ello con una edición de excelente calidad.  
  
A pesar de su constante humor mordaz y lacerante, de distención para la recurrente y dramática incertidumbre,  la cansada mirada del sargento Pronzini está cargada de amarga y resignada decepción, convencido en la praxis que el auténtico camino correcto nunca resulta viable, que en nuestro mundo los poderosos y el dinero siempre terminaran imponiéndose descomunalmente y contra su supremacía es imposible luchar. Pronzini  en su tenaz indagación criminalística afronta un desigual combate, perseverando de acuerdo a sus insobornables principios de intentar descubrir siempre la recóndita verdad aunque sea improbable poder darla a conocer. 

Quizá la fabula de la historia responda a una percepción fatalista sobre la hegemónica sociedad post industrial, donde el arrollador desarrollo del capitalismo se convierte en una suerte de aprisionador  callejón sin salida, impulsando desmesuradamente el híper consumismo e industrialismo, en una obtusa humanidad que ha iniciado la nefasta destrucción de su hábitat natural, generando un siniestro circuito devastador que ya no tiene alternativas posibles de factible solución. Pareciera que el distopico futuro por fin nos ha alcanzado y solo resta contemplarlo en repulsivo y abdicante silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario