miércoles, 11 de diciembre de 2013

Entrevista a Matías Santellán: “He encontrado en la Ciencia Ficción un canal que me permite plasmar cómodamente mi mirada del mundo” (Primera Parte)


Por Gabriel Zárate

Pactamos esta entrevista anticipadamente con el joven guionista argentino Matías Santellán, ganador del Premio Ñ 2012 y autor de la aclamada novela gráfica “Reparador de sueños, que lo convirtió en una promisoria revelación para la historieta en Argentina, también editor de “Húmedo y Vertical”, libro póstumo de su padre, el gran ilustrador Eduardo Santellán (1951–2011). Matías respondió a nuestras preguntas sobre una meteórica trayectoria y su presente que se puede sintetizar en la frase: "Matías Santellán: De Premio Ñ a guionista en el show del Indio Solari". Esperamos que su evolución continúe y que nuevas obras lo consoliden en el exigente mundo del comic.

Matías, la primera pregunta es obligatoria: Es sobre tu padre, Eduardo Santellán (1951 – 2011) gran dibujante argentino y muy recordado por su excepcional trabajo como ilustrador en la primera etapa de la revista  Fierro. Nos imaginamos que el acercamiento a la historieta fue bastante familiar en ese sentido,  la lectura de cómics debió ser algo muy cotidiano. Coméntanos sobre tus primeras influencias lectivas que se dieron en el hogar, tu descubrimiento del cómic como arte. Luego editaste el libro de tu padre “Húmedo & Vertical: Surrealismo erótico”, con el sello “La Máquina de Coser Paisajes” y publicaste junto a él “Gente Colgada” en Fierro (2010). Fuiste editor y guionista de Eduardo Santellán. ¿Qué nos puedes comentar de aquella faceta: Joven editor y guionista de tu progenitor? ¿Tu padre ejerció influencia en la decisión de convertirte en guionista de historietas? Tú declaraste: “El me hizo amar el arte y dedicarme a escribir. Hacerlo por pasión, no por dinero”. ¿Cómo fue la relación con un padre prestigioso en el mundo del cómic argentino? ¿Fue muy favorable o en algún momento pensaste que podías encasillarte como el hijo de Eduardo Santellán?  

Mi padre fue un artista descomunal en sus diversas facetas: Como dibujante, artista plástico, guionista, poeta e incluso como músico. De joven tocaba el saxo y como buen melómano su obra estuvo siempre muy relacionada a la música. Desde sus primeras publicaciones en la mítica Expreso Imaginario, su trabajo como historietista y portadista de Fierro, El Péndulo, Mutantia, Trix, Skorpio, etc. Su interés por el puntillismo, la poesía y el realismo mágico plasmado en su libro “Húmedo y Vertical”, su vínculo con el rock inmortalizado en las tapas de los discos de  Almendra y Spinetta Jade y un libro inconcluso de poemas ilustrados junto a Luis Alberto Spinetta en el que trabajó hasta sus últimos días, dan testimonio de su búsqueda incesante y creativa.  

Algo de ese material se expuso y editó en el catálogo de la muestra homenaje “Spinetta, los libros de la buena memoria” realizada a fines del 2012 en la Biblioteca Nacional y vio la luz también este año en el marco de la exposición “Eduardo Santellán: Vida Siempre” que organizamos junto a Rodolfo García (ex baterista de Almendra) y  Mariela Alonso en El ECuNHi, el Espacio Cultural de las Madres de Plaza de Mayo en la ex ESMA. La cual contó además en su catálogo con textos de destacadas figuras del ámbito de la gráfica, la poesía y la música que rindieron homenaje a su obra como: Luis Alberto Spinetta, Indio Solari, Emilio Del Guercio, Edelmiro Molinari, Rodolfo García, Eduardo Martí, Jorge Boccanera, Lautaro Ortiz, Elena Bossi, Jorge Accame, Diego Agrimbau, Carlos Barbarito y Elena Bossi, entre otros. 

La presencia de mi padre no solo influyo en mi acercamiento a la historieta, sino en mi pasión por el arte todo. A eso me refería en la entrevista de Clarín que mencionas, mi amor por las formas artísticas se la debo en gran parte a Él y también a mi madre que es una gran lectora. Nunca me resulto una carga ser hijo de un padre talentoso, al contrario, aprendí todo lo posible de Él desde lo artístico y desde lo humano, fue una fortuna incluso haber podido compartir proyectos como la realización de su página Web, la edición de su libro “Húmedo y Vertical” y esa efusión constante por crear con alguien tan amado y que ante todo me ha dejado una enseñanza de vida extraordinaria.

Desde niño me incliné por la escritura de cuentos y por la literatura en general. En mi casa había muchas revistas y libros de historieta e ilustración. Entre autores como Oesterheld, Trillo, Barreiro, Moebius, Bilal, Giger o Escher estaban también Lovecraft, Marechal, Arlt, Artaud, Rimbaud, Macedonio Fernández, Abelardo Castillo, Chesterton, Julio Verne, Paul Auster, Castañeda y tantos otros que escribir se transformaría rápidamente para mí en una consecuencia natural del universo cotidiano. 

Al guión de historieta llegué tardíamente de la mano también de mi papá, quién a fines del 2005 trabajaba junto a Diego Agrimbau en un proyecto para la editorial francesa Albin Michel y me había pedido el guión de una historieta que salió en Fierro más tarde bajo el título de “Gente Colgada”. Fue entonces que gracias a este trabajo en equipo redescubrí el universo de los guionistas de historieta y comencé a sentirme atraído principalmente por las posibilidades expresivas del comic de autor en el mercado europeo. Durante los años siguientes releí mucho material de Trillo, Barreiro, Oesterheld, Moebius, Bilal, Schuiten, Benoit Peters, De Crecy, etc. Así comenzaba lentamente y de manera autodidacta a escribir mis primeros guiones de historieta. Más tarde asistí al taller de Diego Agrimbau con quien completé mi formación específica como guionista de historieta.  

Cursaste estudios de Psicología, luego de Edición Editorial  y actualmente eres estudiante de  Artes Audiovisuales. Coméntanos un poco lo te llevó a asumir estas diversas  profesiones,  las ventajas que puede significar para un narrador gráfico el tener estudios sobre la psiquis humana, la conducta, el inconsciente y también el conocimiento sobre la edición de libros.  Pero si no las llegaste a concluir es porque quizá vislumbrabas que tu camino era otro. ¿La elección final de Artes Audiovisuales está ligada a asumir el guión de historieta como una cabal profesión en forma definitiva?  

Si bien he estudiado durante mucho tiempo Psicología, Edición Editorial y pase también por Audiovisuales, todos estos conocimientos los tomé siempre como complementarios a mi formación autoral, que creo que es algo que nunca termina ya que uno está en constante búsqueda y si bien se nutre de muchas lecturas, en el rol de autor es en el que más cómodo me siento y el que más disfruto. La Psicología por ejemplo me ha aportado elementos que directa o indirectamente termino aplicando en mis guiones y específicamente en la dimensión emotiva de los personajes que creo.  

La Edición por su parte me ha permitido tener una visión global del proceso editorial, es así que el taller de guión que dicto actualmente se llama “De la idea al desafío del mundo editorial”, en el cual planteo una forma de extender la visión autoral más allá de la escritura propiamente dicha. Decidir de que manera uno ira contrastando y fusionando el juego gráfico desde las páginas de un libro, si ha de tener desplegables, troquelados, tapa dura, color, etc. son aspectos tan interesantes para mí como la creación de la historia en sí, ya que influyen en el resultado final y en la forma en la que el lector se relacionará con tu obra.

Incluso cuando me ha tocado asumir otros papeles como el de editor o curador estos estuvieron siempre atravesados por mi mirada autoral, que tiene origen en una profunda devoción por el arte y por el encuentro entre lenguajes gráficos y universos líricos o musicales que en un libro encuentran sin duda, para mí, su expresión máxima.

Los guionistas tienden a establecer sociedades consistentes con algunos dibujantes, binomios memorables que se consolidan con el tiempo ¿Cómo te contactaste con el talentoso historietista patagónico Pablo Serafín? ¿En qué circunstancia se conocieron? ¿Cuáles son las  principales características de artista gráfico que te hizo elegir a Pablo Serafín como el socio ideal en la aventura creativa de la historieta? ¿Piensas que han conformado una dupla cohesionada que tiene para rato en el cómic argentino? ¿Cuál consideras que debe ser la mayor virtud en la relación dibujante-guionista para alcanzar esa química integral en el trabajo creador?

Descubrí a Serafín a fines del 2010 a través del blog La Duendes Historieta Patagónica. En ese entonces tenía terminado el guión de una historia autoconclusiva de cuatro  páginas. Me impacto inmediatamente la gran calidad de su trabajo y sobre todo su versatilidad. Cierta reminiscencia Brecciana en su obra, manifiesta en el tratamiento de la línea y especialmente en la capacidad de producir estilos muy diversos a partir del concepto que le planteara el guión. En sintonía con esa búsqueda permanente es que ambos comenzamos a trabajar a la distancia, Él desde Río Negro y yo desde Buenos Aires en “Residuos Circulares” nuestra primer historieta como dupla que obtuvo el Primer Premio en el Concurso Crack Bang Boom 2011.

Luego de esa experiencia continuamos con “Reparador de Sueños”, concebida originalmente como historia larga pero traducida a una historia de cuatro páginas que adaptamos luego a formato novela grafica  para presentarnos en el Premio Ñ de Historieta y que al resultar elegida fue publicada por Ediciones De La Flor. Más allá de lo producido artísticamente, cuyo merito no seré yo quien señale, creo que la mayor virtud en nuestra química como dupla esta en el trabajo a conciencia, ambos nos tomamos muy en serio lo que nos gusta hacer, cada uno desde su rol. Esto fue así desde el principio y sin duda se mantendrá en proyectos futuros.

“Residuos circulares” con dibujos de Pablo Serafín historieta ganadora delPrimer Premio del Concurso Crack Bang Boom” en “La Convención Internacional de Historietas 2011” de Rosario será recordada como tu primera premiación. Posteriormente tuvo varias publicaciones: “Catalogo de Crack Bang Boom”, “La Duendes”, “Revista Sudestada” “La Murciélaga: Nº9” (Córdoba) ¿La gestación de este primer celebrado trabajo como se dio? ¿Qué ideas manejaste en la concepción de la historia? ¿A qué piensas que se debe tú éxito y el de Pablo Serafín con “Residuos circulares”?

Residuos Circulares es una historieta que surgió de una síntesis inconsciente pero constante en mis guiones que se da entre Ciencia Ficción y Psicología, universos distópicos o imaginarios y subjetividad. El punto de vista es generalmente el de ese animal simbólico que es el ser humano debatiéndose entre la razón y la pulsión. En este contexto un oficinista alienado despierta enterrado entre montañas de basura producidas por la cultura misma dirigiendo su deseo y su destino. Creo que tal vez el atractivo de la historieta esta en el reflejo alegórico de ciertos mecanismos de dominación presentes en la sociedad de consumo que es lo que intenté plasmar desde el guión interpretado maravillosamente por un dibujo que además de su gran calidad le aporto el estilo realista y preciso que la historia necesitaba.

Tus referentes de la ciencia ficción distópica son básicamente literarios, pero en tu formación creativa aparece el nombre de Diego Agrimbau, quien también desarrolla el tema de la ciencia ficción, que a su juicio solo puede ser distópica. Sin embargo Diego recuerda tu inicial paso muy breve el 2006: “Matías Santellán. Callado, serio, no hablaba demasiado, pero sí recuerdo la buena impresión que me dejó una idea que me contó sobre una ciudad colmena, hexagonal, donde los sueños se reparaban con máquinas. Vino un par de clases y no volvió más”. ¿Porque te retiraste ese año y no proseguiste el curso con Diego? Después regresaste para el 2011: “Cinco años más tarde, el muchacho, Santellán hijo, Matías, volvió al taller, en este caso en la Escuela Ola. Consigo trajo varios guiones nuevos. Enseguida noté el gusto que compartíamos por la ciencia ficción” ¿Cual fue el momento clave entre el 2006 y el 2011 en que elegiste ser guionista? ¿Cuánto ha influenciado en este tiempo Diego Agrimbau en tu constitución formativa y qué es lo esencial que aprendiste de él? ¿Cuáles son las principales virtudes que aprecias en Diego como profesor y guionista? ¿Cómo fue ser alumno suyo?

“Reparador de Sueños” (cuyos títulos provisorios fueran “El Psicomotor” y “Sueños Mecánicos”) era una idea que yo tenía mucho antes de asistir al taller de Agrimbau en 2006 y que recibió en su concepción diversas influencias que van desde la canción “Motorpsico” de Patricio Rey y sus redonditos de ricota, la lectura de “Vigilar y Castigar” de Foucault y sus consideraciones sobre El panóptico de Bentham, mi incursión en el Psicoanálisis, particularmente  el capítulo VII C de “La interpretación de los Sueños” referida a la naturaleza psíquica del desear, la lectura de grandes maestros de la ciencia ficción distopica como Asimov, Orwell, Bradbury, Huxley, Clarke, etc. Hasta mi gusto por la poesía surrealista de Bretón, Rimbaud, Artaud o Baudelaire  y por dibujantes como Escher, Giger, Moebius, Bilal y tantos otros.

Creo que entonces no continué con ningún taller porque tal vez intuía que aquella idea debía evolucionar a través de mi proceso de maduración como autor, en ese sentido cuando retome mi formación específica como guionista en 2010 mí mirada autoral era mucho más amplia. Había leído y escrito lo suficiente y tenía varios guiones nuevos que adquirieron su forma definitiva en el taller de Diego Agrimbau, un guionista cuya obra he admirado desde “La Burbuja de Bertold” y con quién aprendí a dirigir ese bagaje de escritura que yo traía desde niño en función de un lenguaje especifico que posee sus propias reglas: El guión de historieta.

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